Si eres de los que les toca salir este invierno, aquí te dejamos cinco consejos para que puedas hacer de tu trayecto en moto, el más seguro y protegido.

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Este invierno se viene muy particular para los motociclistas. Existen por una parte aquellos que, por la cuarentena, no puede salir a rodar, pero también están esos que sí o sí deben seguir saliendo, ya sea a trabajar, como medio de transporte para hacer trámites u otras actividades. Lo único que tenemos claro, es que más que nunca debemos cuidarnos y protegernos del frío, la lluvia y de este invierno en general. A continuación te contaremos algunos consejos para que no dejes tu moto en los días fríos que se vienen.


1. Hazte ver: En el invierno, aparte de hacer frío, hay menos horas de luz y con menor intensidad, y eso si es que es un buen día, porque si está nublado, al mediodía ya parece que fuera de noche. Esto hace que notablemente empeoren las condiciones de visibilidad, así que el mejor consejo que se le puede dar a un motociclista es que se haga ver. Colócate prendas reflectantes para que el resto de las personas en la vía te puedan visualizar desde lejos. Muchas veces los motociclistas abusan de las prendas oscuras, pero a los automovilistas ya les cuesta visualizar al resto de los autos, es mejor prevenir y que te puedan distinguir.


2. Mantén tu cuerpo abrigado: El viento junto con las bajas temperaturas, la lluvia o la humedad en general, hacen que nuestras manos y pies queden fríos, y el pecho, debido al flujo de aire constante, pierde temperatura. Esto supone un riesgo para la conducción. Comenzando de dentro hacia afuera, existen muchas prendas técnicas de distintos fabricantes que son cómodas, transpirables y calentitas. Estas prendas bien pegadas a la piel te ayudarán a alejar del cuerpo las temperaturas gélidas y la humedad de la transpiración, manteniendo así el calor corporal. 


3. Adelántate al entorno: Tu comportamiento en las calles y en las carreteras también es un factor determinante para que los demás conductores te vean, así que procura mantener una distancia holgada de seguridad, evitando los ángulos muertos de los autos que te rodean. Nunca está de más decir que respetes las normas de circulación y que vayas muy atento, incluso, revisando por el retrovisor de los otros conductores sus miradas. Tampoco debes olvidar indicar tus intenciones. Señaliza cada vez que vayas a adelantar, cada vuelta a la rotonda, cada giro, todo con antelación y siempre mirando antes de proceder. Asegúrate de que en tu trayectoria no haya nadie. Por otro lado, utiliza una pantalla transparente para el casco, para tener un nivel más alto de seguridad al conducir. También para que la pantalla se empañe menos y que la lluvia se disperse más fácilmente, hay productos como el pin-lock o sprays anti empañantes que te pueden ayudar para que el agua se agarre al exterior.


4. Mantén siempre tu moto preparada: Además de adecuar nuestro equipamiento, es muy importante que tengamos algunas consideraciones con nuestra montura. Sobre todo si el invierno se nota con más contundencia en la zona en la que vives, es bueno realizar ciertos cambios en la moto. El punto de apoyo fundamental de la moto, como siempre, son los neumáticos, así que si toca cambio de ruedas o hay riesgo de lluvia la mayor parte de los meses, debes escoger unas buenas ruedas que ofrezcan un buen rendimiento sobre el suelo mojado, pero más importante aún, es que sus compuestos sean capaces de tener un funcionamiento óptimo con bajas temperaturas, ¡Y no te olvides de revisar la presión! Entre otras cosas, también debes revisar los niveles y el estado de los fluidos de la moto, un chequeo periódico a la batería también es obligatorio si no quieres que una mañana no te arranque por el frío. Tener una batería extra no está de más, pero te recomendamos un comprobador/cargador de baterías. Tampoco está de más echarle un ojo a las luces y a las conexiones eléctricas, y mantener limpia y engrasada la cadena.


5. Conduce con la cabeza: Con todo lo que hemos hablado, hay una cosa implícita, emplear el sentido común. Equiparte bien, preparar la moto y moverte de forma segura, necesitan una buena dosis de racionalismo. Es por esto que, lo que más hay que ejercitar cuando llega el invierno, es el cerebro. Las temperaturas bajas, la humedad del asfalto, la suciedad en la carretera, entre otras, son las variables que hay que contemplar al llevar una moto en invierno. Otra cosa a destacar, es que, la mecánica tampoco responde igual cuando cambia el entorno. Los neumáticos no agarrarán lo mismo a los 30° que a 0° de temperatura.


Así es que piensa, razona, evita las zonas sombrías, y por sobre todo, ¡Siempre conduce con suavidad!.-