Del Valle de Elqui a La Serena: un viaje en moto por la icónica Ruta Antakari
Planeta motero
● 12 agosto, 2025
Ruta Antakari: una joya del norte de Chile para vivir en moto
Un recorrido que combina paisajes, cultura y gastronomía, pensado para quienes aman sumar kilómetros y buenas historias.
En el norte de Chile, donde los cerros muestran su desnudez y el sol pinta la tierra con tonos minerales, Javier y Poli emprendieron un viaje que todo motoviajero debería considerar en su lista: la Ruta Antakari. Un tramo que mezcla asfalto y tierra, perfecto para disfrutar del camino y de la camaradería en ruta.
Del Valle de Elqui a una ruta mítica
La aventura comenzó en el Refugio El Molle, un acogedor rincón del Valle de Elqui con cabañas, jardín sensorial y spa. Tras un buen desayuno, tomaron la Ruta 41 para luego desviarse hacia el camino que les arrancaría sonrisas kilómetro a kilómetro: la Ruta Antakari.
A los costados, viñedos, pizqueras y cultivos de mandarinos y paltos daban color al paisaje. Entre tramos asfaltados y otros de tierra, la ruta ofrecía lo mejor de ambos mundos: la suavidad del asfalto y la adrenalina del off‑road ligero.
Encuentros, sustos y camaradería
En uno de los miradores, se cruzaron con un padre e hijo que viajaban desde San Pedro de Atacama hasta Puerto Saavedra en su primera gran aventura juntos. Historias así recordaban que viajar en moto es más que llegar a un destino: es compartir momentos y disfrutar de la comunidad biker.
No todo fue perfecto. Una caída leve de Poli obligó a una parada imprevista. Gracias a sus botas de enduro, todo quedó en un susto y una anécdota más del viaje.
La Serena: descanso y sabor
La ruta continuó hasta La Serena, donde se alojaron en el Hotel y Cabañas Campanario, frente al Pacífico. Un lugar ideal para recargar energías con un desayuno buffet memorable y planear la exploración de la ciudad.
- Completo “El Oriente”: tradición desde 1950, con vienesa de receta exclusiva.
- Jardín Japonés: patos, cisnes, peces koi y un ambiente de calma absoluta.
La jornada terminó con un brindis frente al mar, celebrando kilómetros, paisajes y buena compañía.
El regreso con sabor a ruta
Antes de despedirse del norte, cumplieron con una parada obligada: empanadas de queso en Los Vilos, una delicia tradicional para quienes recorren la zona. Después, la carretera los llevó hasta Santiago y finalmente a Valdivia, cerrando un viaje de nueve días repleto de experiencias y postales inolvidables.
Por qué esta ruta debe estar en la lista de cualquier motoviajero
- Paisajes únicos: del verde intenso de los viñedos al cobre profundo de los cerros nortinos.
- Carretera variada: combinación de asfalto y tramos de tierra para todos los gustos.
- Cultura y gastronomía: completos, papayas, empanadas y pizqueras.
- Clima ideal: apto para rodar durante gran parte del año.